De la planificación de la familia a la salud reproductiva.

Como el título menciona, el cambio que observamos en esta serie de juntas y conferencias como las del Cairo, México y en especial énfasis Bucarest, se tratan temas donde la simple planificación de la familia deja de verse como tal, para tomar en cuenta lo que es la salud reproductiva, haciendo la relación necesaria entre ambos, pues anteriormente se tomaban como temas por separado.

Se inicia entonces con la definición de salud reproductiva, que basándose en el concepto salud de la OMS, se define como, se define como:

Completo estado de bienestar físico, mental y social de la persona en sus procesos, funciones y sistemas reproductivos en todas las etapas de la vida; teniendo la capacidad de procrear y llevar una vida sexual libre y responsable.

Se hace énfasis en que no es únicamente la ausencia de enfermedades o afecciones, así como se hace notar la responsabilidad que tiene la pareja en prever la necesidad de los hijos vivos y los planeados, gracias a la ayuda de información, educación y medios necesarios para ellos, tomando en cuenta la cantidad de hijos que se desean y el espaciamiento entre ellos.

Al primar la educación de la mujer y los medios para evitar embarazos no deseados, así como el contagio de ETS, se hizo notar que los métodos anticonceptivos eran los indicados para dicho trabajo, en especial entre las adolescentes y las mujeres de comunidades rurales. Lo cual radica en la falta de información disponible, situación que motiva a plantear recomendaciones en la conferencia de Bucarest, como las siguientes: asegurar los servicios de la familia, servicios médicos y otros servicios conexos no sólo previniendo embarazos no deseados, sino eliminando esterilidad involuntaria y subfecundidad; tomando en cuenta la elección de la pareja, pues si en dado caso quisiera cambiar de método, se respetaría su nueva decisión.

Respecto a la salud del niño, se hace la valoración de que éste sería sano al tener los servicios de salud adecuados disponibles para la mujer, se trata con mayor interés en la Reunión de Bangalore. Y comienza a tratarse la situación de que el aborto no es una solución para los embarazos no deseados, sino que se busca entonces la calidad y eficacia de los servicios disponibles a los adolescentes, así como la responsabilidad de los progenitores.

Podemos darnos cuenta que la salud reproductiva involucra muchos ámbitos, de los cuales los países toman conciencia y piden la vinculación entre servicios de planificación familiar y ETS, pues se considera que es a través de métodos anticonceptivos de barrera, el condón por excelencia, como se buscaba el freno al auge que las ETS tomaban en la población, así como el SIDA acrecentaba a grado de pandemia.

Se considera que la mejor estrategia para lograr los objetivos demográficos es a través de la atención a las necesidades aun no satisfechas.

Se busca implementar el papel de los hombres dentro de la planificación familiar con la promoción del uso de métodos anticonceptivos, así como estrategias de IEC (Información, Educación y Conciencia). El papel que juega la Iglesia en este ámbito de los métodos anticonceptivos, es crucial para determinar su descontento con esto, alegando que se niegan al derecho a la vida; pero pues ahora sí que su opinión ya la tomará en cuenta o no cada individuo en particular, si obedece o no su religión, se podría decir que está a expensas de la decisión de cada quien. Esta posición de que los hombres formen parte de la planificación familiar es fuertemente apoyada por la Iglesia.

En cambio, el tema en el que sí hay mayor rigidez y no sólo por la Iglesia Católica, sino también por otras religiones, es el del aborto. Este tema ha causado mucha controversia al ver que las mujeres en busca de frenar un “problema” que no vino en el momento adecuado y saber que es ilegal, acuden a lugares que por no tener los servicios de calidad, corren riesgos que se ven reflejados en la mortalidad materna con un tercio del total.

Es por tal, que se llega a la conclusión de que la manera de frenar la mortalidad materna e infantil, el alto nivel de abortos, los embarazos no deseados y las ETS junto con el VIH, es cuestión de educación, acudiendo entonces a campañas de IEC, destinando a ellas buenas cantidades de dinero. Porque es de esta manera que ha dado resultado, haciendo planeaciones para los años siguientes, fijando metas para la reducción de estos altos niveles, y al revisarse puede verse la efectividad de dichas campañas.