Habilitación de la mujer

Puesto que los temas tratados en las conferencias son demasiado extensos, es necesario destinar un artículo completo para la cuestión de la habilitación de las mujeres, lo cual es necesario definir como:

La mejora de la calidad de la mujer, promocionando una mayor participación en el ámbito político, social, económico, sanitario y educativo, eliminando la barrera de la desigualdad de género.

Se lleva a cabo a través de políticas para la reducción de la mortalidad materna, educación gratuita para las niñas, abolición de leyes y prácticas discriminatorias, así como la creación de nuevas oportunidades económicas, sociales y alternativas para la mujer, agregándolas en el Plan de Acción de la CIPD del Cairo.

Claro está que estos temas tuvieron y mantienen actualmente, una evolución constante, pues es en el PAMP de Bucarest no se quisieron incluir estas decisiones, sólo insistían en una igualdad de géneros a nivel jurídico, mismo que fue tomada en cuenta en la Conferencia de México, anexando la protección de sus derechos, la eliminación de barreras institucionales y la eliminación de limitantes en el trabajo. Fue tanta la relevancia del tema, que se hicieron 2 conferencias mundiales acerca de éste y la tercera fue realizada por la ONU incluyéndolas ya en el tema de planificación de familia, siendo las mujeres agentes participativos en el cuidado de su fecundidad.

En las reuniones de los grupos de expertos, aparte de la eliminación de barreras jurídicas, se incluyeron recomendaciones para la mejora de la calidad de educación a las niñas y programas dedicados para ofrecer información sobre derechos reproductivos y salud reproductiva, servicios de calidad y planificación familiar y de atención sanitaria para el combate a las enfermedades y para favorecer el nacimiento de niños sanos, así como programas de investigación acerca del tema.

En el segundo periodo de sesiones del Comité Preparatorio hubo un tema que causó cierta conmoción, la definición de familia. Pues al emplear el término de “otras uniones” para el designio de relaciones fuera del marco jurídico del matrimonio, países católicos e islámicos se opusieron, a comparación de EUA, países del Caribe y del Pacífico. Al final terminó estableciéndose la consideración y el respeto de la unión de personas con bienestar, como “diversas familias”; y se elaboraron leyes que prestasen mayor apoyo a la pluralidad de estructuras familiares, en especial las encabezadas por un solo progenitor.

Dentro del borrador del documento del tercer período de sesiones preparatorias, se especificaron títulos como: la niña y condición y habilitación de la mujer, pero los que tienen mayor relevancia son los de las responsabilidades y participación del hombre como parte de la planificación familiar, expresando la salud reproductiva  y sexual. Lo que tuvo mayor consistencia fue la equidad de género, la eliminación de violencia y ayuda a víctimas, la eliminación de la mutilación genital y la educación para las niñas.

La manera en que se lograría la participación de las mujeres en el área laboral para que fuese compatible con las funciones familiares, era a través de medios como: seguro médico y seguridad social, creación de guarderías y salas de lactancia en el lugar de trabajo, licencia materna remunerada, horarios flexibles y servicios de salud reproductiva e infantil.

En la CIPD se hizo una sección denominada “Apoyo Socioeconómico a las familias”, tratando temas sobre la explotación sexual, los embarazos no deseados, las ETS y las necesidades de las viudas y huérfanos, así como medidas activas para mantener a niñas y adolescentes en la escuela, pues son ellas las futuras madres de familia que deberían estar preparadas tanto social y culturalmente, como con el goce de oportunidades iguales para ambos sexos en temas laborales y de reproducción sexual.