Mi balance 2017


Estamos ya ante los primeros días de enero y no quería dejar pasar mi reflexión de fin de año e inicio del nuevo para compartírtela. He de confesar que ahora sí me tardé muchísimo en reflexionar sobre logros y fracasos anteriores, así como metas a fijar para el 2018, ¡pero aquí va!

El 2017 fue un año de ligereza, creo que así lo puedo definir. Ligereza en cuanto a la forma en que tomé las cosas y en cuánto empeño puse yo también. Me gustaría empezar por el ámbito de relaciones de pareja, ya que fue en este año donde sin presiones comencé una nueva relación en la que gracias a Dios estoy contenta –o más bien- estamos contentos y he aprendido de él a no tomarme las cosas tan a pecho y a dejar que ciertos temas tomen su propio cause. Ligereza en no estar publicando tooodo lo que hago con él y disfrutar más los momentos juntos. Ligereza en el enamoramiento y desenamoramiento. A pesar de ello, habría deseado tener mayor ligereza y paciencia en entender que ambos tenemos lenguajes del amor muy diferentes y que eso es parte de nuestro crecimiento como pareja y como personas, pero bueno, lo veo ahora. Reto 1 para el 2018, ver lo positivo de nuestra relación y no esperar todo el tiempo que la forma en que yo demuestro amor, será la misma en que la otra persona me lo demuestre.

Ligereza en mis amistades. Aquí aun no defino que tan orgullosa estoy de haberlo vivido así. Con tranquilidad aprendí a no presionar a la gente y a no esperar nada a cambio de mis amistades, a que los amigos no deben estar condicionados y a que cada quien tiene su tiempo y espacio. A que no es necesario vernos todo el tiempo o –en caso de los foráneos- vernos cada que estamos en la misma ciudad (no quita que es un detallazo). A que a veces es necesario sacrificar un departamento a una amistad. Ligereza en saber que cada quien lucha con sus propias crisis y que a veces sólo la oración los puede acompañar. Sin embargo, fui tan ligera, que dejé de escribirle a la gente que me importa y el espacio se hizo más grande entre nosotros. Reto 2, escribir mínimo 1 vez a la semana a alguno de mis amigos de la prepa, universidad o de otros grupos para saber cómo están y recordarles que los quiero.

Ligereza en mi familia. Porque aprendí a no preocuparme de más y a ocuparme en lo menos y ese menos, construyó cosas más grandes. Desde que vivo fuera de casa, la comunicación con mi familia no ha sido muy personal ni frecuente, principalmente porque mis papás siempre tienen mil eventos y compromisos y sí, así aprendí yo también, así que nunca coincidimos en horarios para llamadas, pero con mensajitos por whatsapp y voicenotes (¡gracias Dios porque mi mamá ya le va agarrando la onda a la tecnología!) hemos “chismorreado” muchas cosas que nos permiten tenernos presentes y sí, eso ayudó a saber nuestros horarios para podernos marcar mínimo en los transcursos de un lado a otro y hasta con videollamada. Aún debo fortalecer lazos con mis hermanos. Reto 3, no esperar a que ellos me escriban y hacerlo en cuanto yo me acuerde ellos.

Ligereza en decisiones. Soy de las personas a las que les encanta “rumiar” ¡ajá, como a las vacas! Cuando se me clava un pensamiento y no me entretengo con otra cosa, puedo pensar y pensar tanto que hasta me llego a cansar de no hacer nada, sólo me agoto mentalmente sin solucionar las cosas; por eso, sigo aprendiendo a no darle tantas vueltas al asunto y actuar en el momento, a hacerlo un poco al estilo “¡¡chinguesu!!” y la verdad, buenas cosas han salido, ejemplo de ello es mi viaje a Brasil <3 (aun no escribo nada de esto, pero ya pronto estará) y el actuar en una pastorela del trabajo donde tuve que cantar (¡LO AMÉ!). Reto 4, no buscarle el negrito al arroz y actuar en el momento.

Ligereza en el trabajo. Aunque aun no logro administrar bien mi tiempo para entregarle a mi jefe lo prometido en el tiempo que yo le propongo, evito estresarme y mejor sigo trabajando en ello. Debo seguir practicando la anticipación jeje, aquí retomo el reto 4 y le sumo el reto 5, no procrastinar.

Ligereza en gastos. Por falta de un adecuado presupuesto, mucho antes “ahorraba” y ni sabía en qué se me iba el dinero “ahorrado”, ahora tengo mis gastos más medidos y tengo objetivos para el ahorro, por lo mismo me consiento comprándome algo para mi, postres y comida por ejemplo, jajaja. Reto 6,  tener 2 ahorros, uno para el próximo viaje y otro para “emergencias” y un futuro.

Ligereza en mis objetivos profesionales. Aquí también me encuentro un poco dividida, porque aunque ya no me estreso por creer que todo el tiempo debo estar “produciendo” y también me doy tiempo para mi y amigos, dejé de escribir con frecuencia en el blog y no me he ocupado de retomar clientes para Coaching, que la neta es algo que amo. Reto 7, organizar un horario para ver/llamar clientes de coaching, para amigos, para escribir, para ver a mi novio y para mí y mi departamento.

Ligereza en mi relación con Dios. Me defino como una persona religiosa y a pesar de buscar estar siempre en relación con “el Yisus”, este año me tomé muy a la ligera el tema de la oración. Realmente es algo que otra vez me está costando y que he estado tratando de retomar. Estoy convencida de que la oración es un arma súper importante para el desarrollo espiritual y personal de uno, porque es más fácil saber para qué se está llamado (vocación) -aunque no siempre se sepa el cómo- y luchar por alcanzarlo. Reto 8, no basta con encomendar mi día y mi descanso e ir a misa los domingos, visitarlo con tranquilidad en el Sagrario 1 vez a la semana es la opción.

Y así puedo seguir escribiendo más y más, pero estos mil y cacho caracteres serán ya muy pesados. Todavía debo aprender a resumir más jajaja…y a tolerar algunas personas que atentan contra los demás; en fin.

Por último, quiero aprovechar para compartirte una herramienta súper buena, de uno de los colegas a los que más admiro para que tú también te pongas metas este año y sobre todo que fijes los medios para alcanzarlos. Visita: https://hazyaprende.com/2017/12/31/metas-2018/

¡Que tengas buen inicio de año y mucho éxito en tus retos!

Nos seguimos leyendo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Reflexiones de España 2022.

Las ventajas de bajar la guardia.

¿Dónde están sus padres?