La trampa del crecimiento humano.





¿Te ha pasado que trabajando en tu crecimiento personal, pareciera que tu meta aún está lejana? Todavía no te decides a trabajar en ti, ¿pero es algo que te interesa en un corto o mediano plazo? ¡Este artículo te puede ser de utilidad!

Para quienes nos enfocamos en el trabajo personal, sea como una profesión para llevarlo a los demás o como una meta enfocada en nosotros mismos, sabemos lo que representa este proceso. 

Sea con psicoterapia, coaching, mentoría o consultoría, e independientemente del objetivo a trabajar, gran parte del esfuerzo consiste en estar siempre atento a lo que puedes mejorar y a lo que quieres evitar también, pues el reto principal está en ampliar la conciencia. Sin embargo, este ampliar de conciencia es variable no solo por lo que se está trabajando, sino porque entra en juego el estilo de tu acompañante del proceso (psicólogo, terapeuta, psiquiatra, consultor, coach o mentor) y el ritmo con el que uno mismo va fluyendo, por lo tanto: trabajar en uno, es un arte, al que no cualquiera se atreve.  

De unos años para acá lo he dicho y lo sigo confirmando: todos en algún momento de la vida, deberíamos tomar terapia o contar con ayuda profesional para lograr una meta, principalmente enfocada en uno mismo. Lo veo con mis amigos, con mi novio, con mis papás, con mis hermanos, con mis profesores; lo dice la sociología, antropología, psicología y otras ciencias: somos seres en relación, no podemos hacer esto solos. 

Y este proceso, como todos: el éxito y la vida, se van armando en el día a día, no con el mero paso del tiempo, sino con la toma de decisiones en el tiempo, con la toma de conciencia que uno va formando con este acompañamiento humano. Y aquí viene una trampa muy frecuente: ¿estando en este proceso, te has llegado a excusar de las conductas que justo quieres evitar, recurriendo a frases como: “Es que aún no estoy lista”, “Es que todavía no lo logro”, “Hasta que esté todo bien”, “Cuando acabe la terapia”?

LA TRAMPA

Para quienes estamos en este andar, sabemos que no funciona como una varita mágica donde con el primer día en terapia o coaching, se logra el objetivo; no pasamos de oruga a mariposa en un dos por tres. Es un proceso que lleva tiempo, es una serie de pasos -y en ocasiones retrocesos- que llevan tiempo y esfuerzo; se construye poco a poco; por lo tanto, a veces olvidamos validar el proceso en sí, los avances; creyendo que hasta conseguir el objetivo, estaremos completos o listos, cuando en este caminar, es donde hemos ido adoptando y desarrollando nuevas herramientas. En armar el capullo de cambio. Solemos priorizar el objetivo, sobre el proceso mismo, cuando éste es el que nos da las herramientas necesarias. 

Dice un viejo dicho que “La felicidad es un camino, no un destino. Disfruta el viaje” y lo equiparo mucho a este proceso de crecimiento, si nos esperamos hasta lograr la meta, tal vez sea tarde para disfrutar el ahora. 

Mientras escribo, más claro me queda que: pensar solo en la meta, es pensar a futuro, pero que puede distanciarte del presente y nos perdemos de ese regalo diario. Es cierto, hay que trabajar por un motivo, lo he escrito muchas veces, pero no hay que dejar de disfrutar el ahora. Pablo Neruda diría: “disfrutar el paisaje”. Lo mismo pasa con el crecimiento humano, disfrutar el momento actual, éste de estar a veces errando y en otras ganando, donde verdaderamente se está construyendo tu mejor versión. 

Desde el enfoque educativo, filosófico y social, nos queda claro que nunca dejamos de aprender, somos seres inacabados e imperfectos y por lo tanto, dejaremos de aprender hasta que muramos, pero no hay que esperar la muerte para sentirnos satisfechos con el avance que estamos construyendo en el ahora.  
 
¿Cuántas veces has caído en este tipo de actitudes que te sirven de excusa para perpetuar conductas no deseadas? ¿Cuántas veces has dejado de disfrutar y validar tu proceso de crecimiento, por solo enfocarte en la meta? ¿Qué has logrado con tu proceso hasta ahora? ¿Qué quieres hacer diferente?

Como siempre, espero que esto sea de utilidad para ti y tu proceso. Espero que tomes conciencia cuando estés a punto de caer en la trampa de “hasta que tenga mi objetivo”, para que sigas siendo más tú y que además, puedas compartir tus logros y tu proceso a otros, seguro puede ser inspiración para alguien más. 

Nos seguimos leyendo el miércoles entrante. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Dónde están sus padres?

Análisis del Censo 2010.