REFLEXIONES DE LAS ALERGIAS Y EL ACOMPAÑAMIENTO HUMANO


¿Te has perdido de un día bueno por algo “ajeno”? ¿Por una alergia? ¿Te ataca de la nada y no sabes si fue el polvo, los gatos, el polen o síntomas de coronavirus? ¿Crees que la terapia solo es para “loquitos”? ¿Te sientes atorado en algún tema personal o de trabajo y no sabes cómo hacerle? Si alguna de estas preguntas te hizo sentido, quédate a leer lo último que me pasó en relación a las alergias.


Desde hace ya varios años descubrí la alergia al polvo y al frío de las mañanas, mis estornudos me delatan donde sea. En la prepa conocí que el pelo de los gatos “me ataca”, en un trabajo decían que sabían que yo ya estaba ahí cuando escuchaban mi estornudo hasta el piso de abajo y el pobre de mi novio salta con cada uno de mis estornudos.


Desde hace unos días ando de tour coronavirusense, que al ser con mi novio y estar involucrados algunos días con su familia entre semana, me representa cierta pena y temor, porque siento que invado la rutina familiar, por lo que estuve a punto de no venir, pero aquí estoy. En mi familia se valora mucho el “ser acomedido, no estorbar” y “hacer las cosas bien, como debe ser”, por lo tanto el estar en casa de la familia de mi novio tanto tiempo, es todo un tema. Avisé a mis papás que saldría de casa por unos días, y que volvía el fin de semana, pero no especifiqué cuál de todos jeje. Y bueno, lo notaron este lunes, lo cual representó una discusión whatsappera no agradable.

 

Precisamente el lunes quise ayudar en el quehacer (porque me da pena no hacer nada), así que hubo contacto con polvo y sumándole que abracé a mi novio después de que jugó con los gatos, tenemos como resultado: ALERGIA. En parte surgió de algo externo: polvo y gatos, pero a la vez de algo interno: mi reacción corporal…y un elemento que lo intensificó: LA DISCUSIÓN WHATSAPPERA. Recordé las clases de psicopatologías y la terapia con temas relacionados a lo psicosomático. Caí en cuenta que la mayor afectación alérgica fue que mi reacción ante la discusión fue más en tono de “defensa” que de “no se preocupen, todo en orden”, lo cual me hace notar dos cosas: no tengo el control y posiblemente decepciono a mis papás. Sí me cuesta trabajo.

 

Por suerte, creo que hemos logrado una buena relación con la familia de mi novio, ayudando en lo que se puede y obvio comiendo todo lo que se ofrece jaja, ¡qué delicia! Así que creo no ser un agente taaan extraño en la cultura familiar de estos días; sin embargo, no quita que me costó llegar a esta conclusión en algunas horas, donde mientras, me la pasé con estornudos incómodos y malestar emocional que me pude ahorrar. Y digo horas, porque en otro momento de mi vida, me pude haber tardado días, cayendo en el overthinking, con lo que ni siquiera estaría disfrutando la estancia.

 

LAS REFLEXIONES

 

Esta experiencia podrá parecer pequeña o irrelevante, pero para mi proceso personal, es gigante. Gigante porque representa que puedo notar más fácil las cosas, analizar lo necesario y modificar lo oportuno. Que este insight, este llamado a la conciencia, es cada vez más rápido. Que es producto del autoconocimiento y el trabajar en uno mismo. Que soy afortunada de poder invertir en mi. Y finalmente, que todos en algún momento de la vida, deberían acudir a terapia o algún proceso de acompañamiento, incluso por mera curiosidad.


Mi punto con esto, es señalar que el trabajo de acompañamiento profesional ayuda en el trabajo personal interno, pero así como la psicoterapia trabaja muy a profundidad las relaciones (como el poder cortar el cordón umbilical), existe otro tipo de acompañamiento humano enfocado a diferentes objetivos: como la consultoría familiar y de pareja que funciona como asistencia a los cónyuges y la familia para lograr cambios de actitud y de conducta, mejorando el bienestar; el coaching que se enfoca en trabajar con retos específicos de la persona, trabajando desde SU creatividad y necesidad; mientras que la mentoría es un proceso más dirigido para obtener un objetivo profesional específico; y finalmente, la dirección espiritual, más enfocada en escuchar y descubrir la acción de Dios en tu vida.


Así que… llegó la hora de la interrogación interna:


¿Hay algo que te gustaría trabajar en tu persona, relaciones o profesión? ¿Habrá alguna reacción de tu cuerpo que te sirva de pista? ¿Qué tan profundo te gustaría trabajarlo? ¿Sabes por dónde empezar? ¿Qué te gustaría conseguir?

 

LAS RECOMENDACIONES


En caso de haber algo que te gustaría revisar y trabajar, te dejo algunas referencias que pudieran ayudarte:


Para psicoterapia, existen muchos estilos a revisar y trabajar, existe una gran cantidad de ofertas; sin embargo, mi psicóloga es buenísima, te dejo su página de publicaciones; el de Rossy Aguilera, una psicóloga más enfocada a trabajar los temas hospitalarios, tan necesarios ahora con la contingencia actual. Y a Ruth Felissa, psicóloga especializada en escuela cognitivo-conductual.

 

Para consultoría familiar y de pareja, te recomiendo la Consultoría del Instituto Juan Pablo II, que basándose en un modelo antropológico muy humano, te ayudan a encontrar las soluciones necesarias. Y el de Dore Casados, fregonaza del matrimonio con el Método Gottman y la Disciplina Positiva.

 

Para coaching, existen también diferentes estilos; sin embargo yo soy fan del Coaching Dialógico por el modelo antropológico; te dejo el sitio de Héctor Sampieri, un tipazo especializado en el tema de acompañamiento. Te dejo también la cuenta de Indhira Sánchez. Y claro, también me pongo a tus órdenes con proyecto de acompañamiento humano, trabajando desde la vulnerabilidad.


Para temas de dirección espiritual, un sacerdote o una religiosa son los indicados. Si no encuentras alguno cercano a tu comunidad, siguiendo a alguno de estos que te recomiendo, seguro te animas a buscar alguno por tu zona: Padre Sam, Padre Javier Gaxiola; pero si aun no te animas a buscarlos, te dejo el podcast de Pepe Cuenca, que busca abrir un poco más el panorama espiritual.

 

Espero esta reflexión te haya servido de algo y reitero que el trabajo humano y personal, es tarea de todos. Cuenta conmigo para trabajar retos específicos e incluso ayudarte a especificar qué tipo de acompañamiento necesitas.

 

Nos seguimos leyendo el miércoles siguiente.



*Foto de Andrea Piacquadio en Pexels


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