DE SUEÑOS ELEGANTES A METAS ALCANZABLES


La semana pasada platicábamos que la inspiración y la disciplina no están peleadas en el proceso creativo, ya sea de alguna tarea, trabajo o creación de contenidos; que lo que les da tregua es la motivación por el objetivo, lo cual moverá tu voluntad para superar obstáculos y cansancios, pero ¿qué hacer para que el objetivo deje de ser un sueño lejano o elegante y “se haga realidad”?


Por “sueño lejano” me refiero a aquéllos guajiros que parecieran no tener cómo lograrse porque posiblemente no tienen más que el objetivo a lograr: saben el qué, pero no tienen definido el cómo. Mientras que al “sueño elegante” lo defino como aquel que tiene el cómo, pero tal vez no tiene bien definido el qué, por lo tanto tampoco avanza.


Antes de retomar mi blog en las últimas semanas, descubrí que me inclinaba mucho al sueño elegante de pensar “claro, tengo mil herramientas, ayudé a estructurar muchas obras apostólicas y sociales, no estoy en ceros con la teoría de creación tampoco”, pero no tenía definido qué quería lograr exactamente con mi blog, es decir sí sabía que quería escribir -porque me gusta hacerlo- pero con qué finalidad, ¿para qué?



SUEÑOS ELEGANTES, A DEFINIR EL OBJETIVO

Ok tienes estudios, recursos, ideas y todo para lograr algo chingón, pero si tienes dificultad para definir tu objetivo, te recomiendo hacer este ejercicio de 2 partes, donde mientras más aterrizada o desmenuzada tengas la idea, ¡mejor! 


* Parte 1. QQC


Tomando una noción básica de pedagogía, veremos cómo definir un objetivo con tres elementos: ¿Quién, Qué, Cómo? Los cuales permitirán que tu objetivo sea breve y conciso.


QUIÉN. Antes que nada, deberás identificar quién va a lograr el objetivo ¿tú? ¿los demás? ¿quién lo debe realizar? Transportándolo al ejemplo del blog: ¿escribo para mi o para los demás?


QUÉ. El qué, es eso que se busca alcanzar, es cuestionarse ¿qué quiero lograr? o ¿qué quiero que los demás obtengan? Puedes apoyarte imaginándote con el objetivo alcanzado, para luego ponerlo en palabras. Por ejemplo, yo busco que la gente conozca la vulnerabilidad y sobre todo la propia. Importante mencionar que ese “qué” debe responder a un verbo, el principal de lo que se quiere lograr, ya que de pensar en dos verbos, hablamos de dos objetivos y así sucesivamente; o bien, de un objetivo general y otro particular; pero debe seleccionarse uno para ser lo más concreto posible.


CÓMO. El cómo se refiere a los medios a utilizar para alcanzar el qué. En mi caso, considero que contenidos de valor a través de textos cortos en el blog e imágenes en facebook e instagram (en proceso), es lo que puedo hacer para acercar la vulnerabilidad a los demás. De tal manera que el objetivo podría quedar:


El lector se adentrará a la vulnerabilidad, a través de experiencias humanas con artículos y contenidos de valor en redes sociales.



* Parte 2. Metas SMART


Viene la segunda parte, que a su vez funge de indicio para pasar del objetivo al resultado: las metas SMART, ¡pero aguas! que sean inteligentes no significa que lo vayan a hacer por ti -jaja-. S.M.A.R.T. viene de las siglas en inglés Specific, Measurable, Attainable, Relevant y Time bassed, atribuidas a George T. Doran, quien sentó una forma fácil de medir objetivos en el área administrativa y empresarial.


Specific – Específico. Mientras más específica sea la meta, más fácil identificar cuando se está alcanzado. No es lo mismo decir “quiero ser mejor lectora” a “leeré diario antes de dormir” ni a “leeré 1 hora antes de dormir de sábado a jueves”. Responde a preguntas como:  

¿Qué quiero lograr? ¿Y qué no? De lo general a lo particular ¿qué es lo más particular que quiero conseguir?


Measurable – Medible. Al ser más específico, más fácil podrán medirse los resultados o ajustar la meta de ser necesario. No es lo mismo decir “haré mas ejercicio” a “todas las mañanas, durante un mes, haré 30 minutos de ejercicio”. Responde a cuestionamientos como:

¿Cómo sé que me estoy acercando al objetivo? ¿Qué indicadores me ayudan a identificar si lo estoy logrando? ¿Cuánto me puede costar alcanzarlo?


Attainable – Alcanzable. Aunque es normal, humano y válido ser ambicioso, es importante cuestionarse si con las condiciones actuales, ya sean habilidades o recursos, es posible llegar a la meta planteada. No es lo mismo ponerme de meta “tener 1000 followers en instagram dentro de una semana”, si ni quiera he lanzado la cuenta, a plantearme que “llegaré a 100 usuarios en un mes de forma orgánica”. Responde a preguntas como:

¿Es razonable respecto la situación interna y externa? ¿Con lo que tengo ahora, se puede lograr?


Relevant – Relevante. Por relevante, vemos que la meta u objetivo debe ser no solo atractivo, sino que el lograrlo tenga una utilidad mayor, que cobra significado para ti, tu proyecto o tus beneficiarios. No es lo mismo “escribir porque me gusta y me sirve de catársis”, a que si “escribo para que la gente conozca otras perspectivas y herramientas que les ayuden en su vida”. Responde a cuestionamientos como:

¿Qué te aporta a ti? ¿Qué aporta a los demás? ¿Qué valor encuentran en la meta lograda? ¿Qué pasaría si no se logra tu meta?


Time bassed – Temporal. De lo más importante: el tiempo, si no se especifica cuándo se debe lograr el objetivo, más difícil lograrlo o peor aún, ¡arrancarlo! La especificidad, lo alcanzable y lo medible van muy de la mano con este componente. Si aún se dificulta la especulación exacta del tiempo, siempre podrás acudir a los plazos: corto (3 a 6 meses), mediano (1 a 3 años) y largo (5 años o más). No es lo mismo decir “te entrego el informe en estos días” a “te entrego el informe el 31 de julio”. Las preguntas guía serán:

¿Cuándo se tiene que lograr la meta? ¿Cuándo la voy a iniciar? ¿Qué puedo hacer hoy? ¿En qué procesos y fechas puedo dividir la meta?


Así que si aún no tenías tu objetivo claro, seguro que estas dos herramientas te son de utilidad, pero ¿cómo el método SMART ayuda a indicar el camino para lograr los sueños?



SUEÑOS GUAJIROS, CÓMO LOGRARLOS

Una meta es un sueño con fecha de caducidad

Podrá parecerte choteada la frase, pero es verdad, para que un sueño u objetivo  tome forma y se pueda alcanzar, necesita de planificación y sobre todo tiempos, que como vimos, ya se empezaron a definir con las metas SMART. Entonces ya tienes objetivo específico, tiempos y hasta indicadores de avance, pero ¿qué más necesitas tomar en cuenta para lograr un objetivo? ¡Recursos! Ya sean materiales o económicos y sobre todo, de toma de decisiones. Con esto te pregunto:

¿qué estás haciendo para alcanzar tu meta? ¿de qué talentos puedes apoyarte? ¿qué otro recurso es crucial para lograrlo? ¿Quién más puede apoyarte en alcanzarlo?


Recuerda que, las metas, como las personas, son flexibles, si es necesario se pueden ajustar y modificar, lo cual me recuerda un tweet que me encontré la semana pasada: “para no estresarme, reduje mis metas de este año, a respirar y tomar agua” -Adolescente en pandemia 2020-; algo bastante alcanzable en este momento.


Y ya para cerrar, vuelvo a sacar el tema de la motivación por el proyecto,

¿tu sueño es lo suficientemente fuerte para migrarlo a una meta? ¿te motiva? ¿tiene un para qué?


Con este para qué, planeo dejarte la espinita para profundizar más adelante sobre el SENTIDO. De igual manera, revisaremos estrategias de planeación en las próximas semanas.


¡Nos leemos el siguiente miércoles! Y te espero en las nuevas redes sociales de DESVELA para conocer más del proyecto 😌 (Facebook e Instagram)


Cualquier duda o comentario, no dudes en expresarlo o escribirme, con gusto te puedo acompañar.


*Foto de Retha Ferguson en Pexels

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