DÍA 100 DE CUARENTENA… ¿QUÉ NOS HA DEJADO?

Para quienes seguimos guardados, acabamos de pasar el día número 100 de aislamiento. Recuerdo que a inicios de año, cuando leía que en China estaban por llegar a los tres meses de confinamiento pensé “¡alamaiz!, yo no podría estar tres meses así, ¡qué horror!” y henos aquí rebasando dicho periodo, topándonos con las medidas de seguridad insuficientes indicadas por el gobierno, con que la situación económica del país y la irregularidad en los empleos no es apta para hacer tanta cuarentena, con que si llegó de China o que si es “un invento del gobierno para…” (y completa la frase con el pretexto que más te guste), pero la realidad es una: esta pandemia nos ha pegado a todos, A TODOS.


Para hablar del contexto político, económico y epidemiológico hay suficientes medios especializados para ello; por eso, prefiero enfocarme en lo que conozco: la humanidad, el personalismo, nuestra vulnerabilidad, y sí, MI VULNERABILIDAD, pues estoy convencida de que hablando de uno mismo, es más fácil CONECTAR, encontrar semejanzas, motivos, soluciones y un sentido.


Emociones, pérdidas y highlights


He de confesar que durante la cuarentena he sido presa de un sinfín de emociones: días de alegría y mucha euforia, días grises, tristes, sin ánimos y sin esperanza, y todo es válido y está bien. Si de por sí es normal tener variaciones anímicas en la semana, incluso en un solo día, ¡cómo no vamos a tener una cantidad incalculable de emociones ante esta situación a la que nos enfrentamos por primera vez! Justo en el artículo anterior comentaba una reflexión ante lo nuevo, que no es más que eso: experiencias que no se habían vivido antes, por lo tanto, pareciera no haber mucho de dónde tomar recursos.


¿A qué te has enfrentado? ¿No saber cómo convivir tanto tiempo con las mismas personas? ¿Familia, roomies? ¿Recurrir a videollamadas para ver a tu gente? ¿No poder ir a la plaza, tomar un café, salir al parque, ir al gimnasio? Para cualquier otra persona esto parecería “mínimo” a comparación de pérdidas de empleo, pérdidas de seres queridos y de estabilidad en general, es verdad. La cuarentena nos ha llevado a experimentar diferentes PÉRDIDAS y es lo que más nos duele; sin embargo, por ahora pretendo abarcar más los sentimientos de búsqueda de sentido, que aquellos negativos, que ¡claro que es necesario vivirlos y dejarlos fluir con las mejores maneras posibles!


Afortunadamente, en mi trabajo, no nos hemos quedado desempleados, aunque sí hubo una reducción de sueldo importante, pero el trabajo está y también por suerte aún no tengo dependientes económicos, porque ahí sí daría el grito en el cielo. Si también conservaste tu empleo en esta situación, ¡enhorabuena! no nos ha pegado tanto la inestabilidad económica y nos ha dejado ver que hay cosas más importantes, aquí algunos highlights:

  • La vida no la tenemos comprada. Es corta y hay que disfrutar cada momento, un día puedes tener a tu familiar y al otro estar internado o incluso ya no estar.
  • La salud es tu riqueza. Es verdad que cuidarla en nuestro país parece privilegio de algunos, por ello la prevención es muy importante.
  • El sistema de educación en México todavía debe reformarse.
  • La ignorancia, la necedad y el no tener medios suficientes para liberar la frustración, angustia y ansiedad, también se llevan vidas.
  • Los trabajos son temporales y tu mayor activo eres tú. ¿Cómo cuidas de ese activo? ¿Cómo inviertes en él?
  • Y de la mano, tenemos que la actitud y la mentalidad juegan papeles muy importantes. El ser humano es más que lo que puede consumir en las pantallas, somos capaces de crear, de dar, de DARNOS. No por nada del otro lado del charco hubo tantos conciertos en balcones y azoteas.
  • Hay que adaptarnos, no conformarnos.
  • Cual planta hay que regarnos y ponernos al sol para activarnos. El ejercicio ayuda en la salud física y mental, ahora lo noto. Yo por fin he logrado constancia en este ámbito, antes le huía porque pensaba “eso es para quien quiere cuerpos de modelo” ¡Error! Es para quien se ama.

Ejercicio y nuevos hábitos


El ejercicio en este tiempo me ha enfrentado a muchas cosas: ya no tengo pretextos como “no tengo tiempo”, “no tengo dinero para un gimnasio”, pero sobre todo me ha enfrentado con mi mayor miedo: no creerme capaz, soy yo quien se pone límites. En cada sentadilla malhecha me enfrento a “puts, todavía no puedo” y si hablamos de lagartijas y planchas, ni se diga. He descubierto que:


Exigiéndole al cuerpo, le sacas la verdad a lo que traes en la cabeza
(@andyalme, a través de IG Valeria Arellano)

 

Y yo creía no poder con ello, pero siempre puedo dar más -cada vez me salen mejor los ejercicios- que los resultados están en la constancia, que depende de mi “la conquista de la voluntad” (Rojas, Enrique).


En esta cuarentena a parte del ejercicio, he formado hábitos nuevos como alimentación más saludable, buscar más a mi familia y amigos, he retomado la lectura y la escritura 😎 pues tengo mucho por compartir; incluso por primera vez descargué un juego para celular* con el que, sin buscarlo, ¡he trabajado la tolerancia a la frustración! Estoy encantada jaja.


Después de todo, no me ha ido mal y he aprendido algunas cosas, así que te invito a reflexionar con las siguientes preguntas y de ser posible tener una libreta a la mano para hacerlo con calma:


¿Qué de la cuarentena es lo que más te ha impactado? ¿Qué sí te ha gustado? ¿Qué no te gusta de este periodo? ¿Qué puedes modificar? ¿Cómo lo puedes hacer? ¿Cuándo quieres empezar? ¿Con quién cuentas como apoyo en esta decisión? ¿QUÉ TE HA DEJADO? ¿De qué estás agradecido?  ¿Qué quisieras compartir?

 

Recuerda que cada quien tiene su paso, no es una carrera contra los demás, es una pugna constante contigo mismo y tu avance es bueno. Siempre se puede más.

 

Espero esto te haya sido de valor.

Nos seguimos leyendo.



*Incluso la OMS recomendó jugar videojuegos, para ayudar en la distracción y creación de nuevas habilidades.

Foto de cottonbro en Pexels

 

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