DE SUEÑOS ELEGANTES A METAS ALCANZABLES
La semana pasada platicábamos que la inspiración y la disciplina no están peleadas en el proceso creativo, ya sea de alguna tarea, trabajo o creación de contenidos; que lo que les da tregua es la motivación por el objetivo, lo cual moverá tu voluntad para superar obstáculos y cansancios, pero ¿qué hacer para que el objetivo deje de ser un sueño lejano o elegante y “se haga realidad”? Por “sueño lejano” me refiero a aquéllos guajiros que parecieran no tener cómo lograrse porque posiblemente no tienen más que el objetivo a lograr: saben el qué, pero no tienen definido el cómo. Mientras que al “sueño elegante” lo defino como aquel que tiene el cómo, pero tal vez no tiene bien definido el qué, por lo tanto tampoco avanza. Antes de retomar mi blog en las últimas semanas, descubrí que me inclinaba mucho al sueño elegante de pensar “ claro, tengo mil herramientas, ayudé a estructurar muchas obras apostólicas y sociales, no estoy en ceros con la teoría de creación tampoco” , pero no tenía defi